La agenda de la Madre Tierra está en el centro del debate nacional e internacional no solo porque es un planeamiento fundamental de la Constitución sino porque el mundo se enfrenta al reto de evitar la destrucción del planeta. Bolivia se presentó en la arena internacional como el país con reformas normativas más radicales, adoptando varios instrumentos internaciones en materia ambiental. Sin embargo, pronto hemos sido testigos de cómo lo escrito se aleja de las prácticas extractivas que se profundizaron en menos de una década.
Bolivia tiene un desempeño ambiental pobre. En términos de contaminación, del aire, suelo, agua o deforestación de los bosques y puesta en producción de ecosistemas frágiles y áreas protegidas, el país tiene un comportamiento regresivo. La justificación gubernamental es que las necesidades económicas son de vital importancia para el desarrollo del país y para mantener tasas de crecimiento de la economía nacional por encima del cuatro por ciento. Por supuesto que la economía es vital para la gente pero los límites son los costos ambientales, sobre todo para las futuras generaciones.
Por estas y otras razones es que la Conferencia de 2018 estuvo dedicada a abordar esta cuestión del abandono de la agenda de Madre Tierra. Esta memoria ofrece un acercamiento a los temas abordados, desde la mirada y el análisis de nuestros invitados, expositores, panelistas y, por supuesto, el público mediante sus preguntas y comentarios.
Para finalizar, es necesario agradecer a Welthugerhilfe, Misereor, Eclosio, Pan Para el Mundo, ILC, Cepes y otras organizaciones que apoyaron la realización de la conferencia. Nos unen, los mismos principios y las mismas preocupaciones cuando se trata por promover el desarrollo sostenible en todos los ámbitos.
Fuente: Fundación TIERRA
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