Autor: Guido Delgadillo guido.delgadillo@yahoo.ca
Después de haber visitado las Islas Canarias frente a la costa occidental de África, que aunque es muy atractiva para el turismo no tiene las condiciones físicas y climatológicas propicias para agricultura. Sin embargo, producen banano y mandarinas en condiciones controladas que en este caso son invernaderos. Eventualmente, y después de haber tratado de establecer unos invernaderos en el área de Outaouies, Provincia Québec, Canada, veo que es factible, desde el punto de vista tecnológico, como también comercial y medioambiental, el instalar invernaderos en el Altiplano Boliviano y en particular en el Departamento de Oruro.
Esta propuesta o idea se hace más factible cuando se escucha por radio o se lee en periódicos el establecimiento de Carpas Solares en el Alto de La Paz y otras poblaciones del Altiplano. No obstante el aparente objetivo de las Carpas solares es el de suplementar la nutrición de los propietarios de las carpas solares y una mínima parte, ofrecer al mercado inmediato. El presente proyecto pretende establecer un sistema comercial de producción de hortalizas en zonas no tradicionales como es el Altiplano Boliviano. Más aun, esta tecnología se adapta a la situación actual de tenencia de las tierras como también a la capacidad de producción de los suelos del altiplano, que a decir verdad, tienen muy poco potencial que acompañados del componente climático se hace prácticamente imposible efectuar cultivos a excepción de la papa, haba, cebada, ajo, zanahoria y algunos frutales en áreas muy especificas siendo la excepción Quinua que es un cultivo más generalizado.
Continuando con un poco de historia, aproximadamente desde 1995 he tratado de trabajar en la introducción de Invernaderos en nuestro Altiplano pero, se tropezaron con problemas no necesariamente tecnológicos pero sí sociales y de la idiosincrasia Boliviana.
El proyecto fue presentado a sindicatos campesinos, grupos de personas particulares,
Propietarios de tierras, Prefectura de Oruro, Universidad de Oruro y otros. Muy a pesar mío y aunque la respuesta con las personas que fueron contactadas fue positivo, poco se ha logrado avanzar en la realización de esta idea. La gente, entre ellos hombres de negocios y técnicos, nunca dijeron que no se podía realizar el proyecto y por el contrario mostraban su conformidad con la idea pero, da la impresión de que la gran mayoría busca ganancias inmediatas, aparentemente en forma desmesurada y en lo posible evitar riesgos.