Nosotras mujeres indígenas, originarias, campesinas y regantes articuladas en la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra, conocemos de cerca lo que significa vivir con la contaminación minera.
Somos testigos de las grandes cantidades de agua que utilizan las mineras para sus procesamientos dejando a las comunidades con agua contaminada, nuestros cuerpos han vivido la violencia medio ambiental que provocan estas actividades privándonos de derechos, el derecho a la alimentación por toda la contaminación en suelos dejándolos salinos, acidificados e improductivos, el despojo del agua, actualmente nuestras comunidades ya no tienen agua limpia, el derecho a la salud de la población se ve afectado junto con el estrés por los problemas de salud de nuestras familias y animalitos, la sobre carga de trabajo que debemos asumir las mujeres por ir a cultivar a otras tierras alejadas de la contaminación, la vulneración de nuestro derecho al trabajo, porque las mujeres labramos la tierra es nuestra fuente de trabajo, se ve afectada nuestra economía y los derechos de la Madre Tierra porque de ella recibimos sus bondades, es ella que resguarda los conocimientos de nuestras ancestras, la cultura, nuestra identidad y permite nuestra vida.
Sabiendo que Challapata es un ejemplo de municipio agroproductivo, reconocido con leyes nacionales como Capital Agrícola Ganadera e Industrial Lechera del Occidente Boliviano, con un importante aporte a la seguridad y soberanía alimentaria del departamento y del país por la producción de lácteos, encontrándose en la zona la empresa Lacteosbol; siendo que de Challapata provienen los derivados lácteos tan apetecidos en las ciudades como es el queso, yogurt, los tostados de haba, la quinua, las diferentes variedades de papa y considerando las grandes inversiones y todo el trabajo invertido para mantener con agua a la Represa de Tacagua fuente de vida y de producción de las comunidades del Municipio de Challapata.
Enteradas de los nuevos intentos de realizar una consulta que es inconstitucional, para posteriormente trabajar en exploración y explotación minera por la empresa «El Buen Samaritano S.R.L», en el cerro de Achachucani aledaño a la represa de Tacagua, y siendo que desde hace más de 26 años que Challapata tiene definida su vocación agroproductiva y su posición de rechazo a la minería, nos pronunciamos:
1. Respaldamos la decisión de los y las hermanas regantes de Challapata en defensa del agua, la producción agroganadera y lechera, en rechazo a cualquier intento de consulta, exploración o explotación minera en el municipio de Challapata.
2. Nos declaramos en estado de Emergencia vigilantes de que se cumplan las leyes nacionales, departamentales y regionales que promueven la producción agroganadera de la zona.
3. Las Mujeres de las diferentes comunidades junto a nuestras hermanas de Challapata estaremos movilizadas para garantizar que no se pongan en riesgo nuestros derechos, hasta que la empresa minera se vaya.
4. Exigimos a las autoridades nacionales y departamentales, que ante la crisis ambiental que se vive en el país, cumplan con la protección del agua y de la Madre Tierra sin ponerla en riesgo frente a actividades extractivas.