Día Internacional de Conservación del Jaguar

El pasado 29 de noviembre se celebró a nivel mundial “Día Internacional del Jaguar”. Una fecha que entra en agenda desde 2018 anunciado por  el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF), la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre (WCS), la organización Panthera y algunos representantes de los gobiernos de la región de América Latina.

La fecha busca concientizar sobre las amenazas a las que se enfrenta el felino, a la vez de  informar sobre las acciones de conservación para la estabilidad de los ecosistemas.

¿Qué podemos decir el Jaguar?

  • Es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel mundial, después del tigre y el león.
  • Habita en 18 países de Latinoamérica, desde México hasta el norte de Argentina, mientras que en El Salvador y Uruguay se encuentra extinto.
  • Es considerada una especie “indicadora” de la salud de los ecosistemas, y su conservación y la de su hábitat protege indirectamente a muchas otras especies de flora y fauna y contribuye al bienestar de 53 millones de personas que viven en su entorno. (WWF, en línea)
  • El jaguar es capaz de habitar en distintos ecosistemas -incluidos manglares, bosques de pino templado, desiertos e incluso áreas montañosas- pero prefiere las selvas bajas tropicales y los bosques subtropicales ubicados a menos de mil metros de altura. (WWF Mexico, en línea)

Conforme las categorías de la UICN responde a “Casi Amenazado”, esto quiere decir que “ha sido evaluado según los criterios y no satisface, actualmente, los criterios para En Peligro Crítico, En Peligro o Vulnerable, pero está próximo a satisfacer los criterios, o posiblemente los satisfaga, en un futuro cercano.” (CMA, en línea)

¿Cuáles son sus amenazas? Podríamos identificar la principal: destrucción del hábitat, atendiendo a que requiere grandes extensiones de territorio para garantizar su supervivencia. El avance de la frontera urbana y de las actividades económicas tensiona este aspecto, traduciéndose en fraccionamiento de su hábitat y pérdida de vegetación.

La caza furtiva, es otra amenaza, asociada a las prácticas de las comunidades con relación a conservar la seguridad del ganado y salvaguardar a las personas de los posibles ataques. Este proceso a su vez, es generado por la pérdida de hábitat que lleva a que los felinos, al no encontrar alimentos en su hábitat natural ataque el ganado el ganado doméstico de las poblaciones aledañas.

El mercado negro de la piel y colmillos, es un gran problema para el Jaguar. Prácticas de este tipo todavía se identifican en algunos países.

Los invitamos a revisar mayor información en la base de datos de UICN: https://www.iucnredlist.org/species/15953/123791436

Fuentes consultadas

*Texto elaborado por Lorena G. Coria para Proyecto Observatorio Ambiental del CEBEM REDESMA

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