Día de la Tierra: también hay que aplanar la curva del cambio climático

En medio de la pandemia de coronavirus, la temperatura sigue subiendo, los glaciares derritiéndose y los desastres naturales acechando, por lo que no se puede detener la lucha contra el cambio climático. Ya han pasado 50 años desde el primer Día de la Tierra, y los científicos alertan sobre las consecuencias que el calentamiento global ha tenido sobre salud, nuestra comida y el futuro de la humanidad.

El cambio climático se ha acelerado en la última década y en los próximos cinco años se producirá de nuevo un récord de temperatura promedio mundial, aseguran los pronósticos climáticos de la Organización Meteorológica Mundial  publicados este miércoles, Día de la Tierra.

Hace 50 años, cuando se celebró por primera vez la fecha en una época en que la protección del medio ambiente no era una prioridad en la agenda política, los científicos ya comenzaban a preocuparse por el aumento de las concentraciones de dióxido de carbono.

Y no estaban equivocados. Hoy en día, la concentración de CO2  registrada por las principales estaciones de observación mundial es aproximadamente un 26% mayor al valor de 1970, mientras que la temperatura ha subido 0,86 °C desde entonces, y es 1,1 °C más elevada que en la era preindustrial.

El futuro solo muestra un aumento de la tendencia. Según las predicciones de la agencia de la ONU, para 2024 es probable que se produzcan nuevos aumentos de la temperatura mundial, en particular en las regiones de latitudes altas y en las zonas terrestres, y que el calentamiento oceánico sea más lento, en especial en el Atlántico Norte y en el océano austral.

No sólo la temperatura, pero también las variaciones en el contenido de calor en los océanos y su acidificación, el nivel del mar, el tamaño de los glaciares y la cobertura de hielo marino en los polos, han demostrado una aceleración del cambio climático en los últimos cinco años.

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